Estoy feliz de haber podido participar en este maravilloso proyecto. El objetivo era que dejáramos huella, que diéramos de nosotros mismos y tratamos de poner nuestro granito de arena, pero la verdad es que conocer a los residentes del Hogar Casimira López y Rafael Obligado, a dejado huella en mí. He conocido hermosas personas, que me han enseñado con su ejemplo a disfrutar de la vida, a pesar de las dificultades. Me han enseñado sobre la perseverancia, la amistad, la alegría, y la buena actitud. Siempre que visité a los residentes, han querido compartir algo conmigo, me han querido dar su termo, sus plantas, y su yerba. Así es que he aprendido una lección de generosidad, nunca hay excusa para no serlo. Sí, las personas del proyecto, fueron lo mejor. Lo más valioso. También aprendí del personal del hogar, como cuidan a cada residente, y conocen a cada uno, no son números, son personas únicas y especiales, y las tratan como tal. Y también me llevo una gran experiencia, con los integrant...